CUANDO UN EXTRAÑO TOCA LA PUERTA

Saludos, gracias a todos por leer el blog, ahora ya son más gente que lo lee, y hasta participan, gracias a Leydi por ayudarme con los personajes y a Neto con los horrores ortográficos, ya formateé mi PC y le instalé de nuevo el Word, también le pasé el corrector ortográfico a los dos Post anteriores.

Hoy fui a jugar fut-bol y nos ganaron 9-0, es la peor derrota que hemos tenido, expulsaron a dos de nuestros jugadores y yo me raspé la rodilla en que se barrió nuestro portero.

Las personas me preguntan si yo escribo las historias y la verdad es que sí, así que aquí les dejo algo para que vean de donde saco la inspiración.

Esta historia originalmente se iba a llamar Cuando el amor llega pero por sugerencias le cambié el nombre y es la 1a vez que escribo en femenino a ver si les gusta...


CUANDO UN EXTRAÑO TOCA LA PUERTA

Estoy en el avión, de regreso al DF, pensando la forma de decirle que ya no lo amo, es la primera vez que le miento y me siento mal, le dije que tenía que salir de la ciudad por trabajo cuando fui a ver a Fernando, y mañana Magda y Alejandro me preguntará como me fue, son los únicos que lo saben mi relación.

Todavía recuerdo la primera vez que hablé con Fernando, el estaba en la sucursal de Cancún y yo aquí en las oficinas de México, fue una conversación breve, mas que nada para presentarse como el nuevo enlace administrativo en Cancún, desde esa vez su voz me pareció interesante, quien iba a pensar que pasaría más de un fin de semana en su cama.

Al recordarlo me siento culpable por engañar a Jorge, Frodo como le dicen sus amigos por que se parece a Frodo el del señor de los Anillos, cada vez que me mira y me pregunta si lo amo me quedo callada y con un sentimiento vago y lejano le digo que si, no se si el lo nota pero no dice nada, tan solo espera las vacaciones de diciembre para empezar con los preparativos de la boda.

Ahora pienso en Fernando y se me hace agua la boca al recordar sus besos, todavía siento sus labios recorrer mi cuerpo y eso provoca que se humedezca mi entrepierna, no han pasado ni 3 horas de mi partida y ya lo extraño, siento la necesidad de estar con él, de sentirme protegida entre sus brazos y que me toque como solo el sabe hacerlo.

Tan solo 1 hora y 30 minutos de vuelo y se me hacen eternos, tanto que los pensamientos vuelan y llegan al sábado 23 de junio cuando fue la primera vez que nos vimos en persona, él era tal y como se mostraba en las fotos que me enviaba, claro de color un poco golpeado por el sol de Cancún y con esos hermosos ojos cafés aceitunados que revelan la maravilla de su persona, cuando lo vi me quedé paralizada él, en cambio no tuvo miedo, o al menos no lo demostraba, se acerco, me abrazo y nos dimos un beso de bienvenida, me presentó a su hermano Miguel que lo acompañaba, nos fuimos a comer a los almendros en la Avenida Tulum, parecía que llevábamos años de conocernos porque no parábamos de hablar y de hacer bromas acerca de los compañeros del trabajo, después de la comida me llevo a su casa donde tenía un cuarto listo para que me quedara en su casa, yo me negué pero en eso apareció su madre que insistió y no tuve remedio que acceder a hospedarme en su casa. Después de bañarme, decidimos ir a la oficina a entregar la documentación que se me había sido encomendada para que así tuviera toda la tarde libre.



Cuando salimos de la oficina decidimos dar un paseo por Cancún, ya tenía rato que no iba, prácticamente antes del Huracán, nos encaminamos en su carro y salió con rumbo hacia la zona hotelera, es increíble lo rápido se recupera esa ciudad, paseamos por el mirador, y bajamos hasta la playa, ya se empezaba a hacer de tarde y decidimos regresar, así que se paró en el oxxo y compró un par de cervezas, regresamos con calma a la ciudad, decidimos bañarnos y regresar en la noche para ir a una disco.

Salimos como a las 10 de la noche de su casa, y regresamos a la zona hotelera, estábamos decidiendo a que disco entrar cuando me acordé de un salón de salsa, y nos decidimos a entrar, es lo bueno de trabajar en una aseguradora, conoces a muchos gerentes y esa noche usamos las influencias para no esperar mucho tiempo en la fila, había un buen clima y estaba Eddie Santiago cantando, así que nos animamos a bailar, la música era bella y yo con un vestido que me favorecía, después de 3 canciones nos sentamos y tomamos unos tragos, así estuvimos un buen rato hasta que nos dieron las 3 de la mañana, salimos de la disco y fuimos a caminar a la playa mirador viendo a los turistas tener sexo en la playa, eso nos divertía mucho y sabíamos que algo iba a pasar esa noche, en la baranda nos fuimos pegando un poco mas hasta que nos dimos un beso en la boca, Si que sabe besar dije para mis adentros y cuando nos dimos cuenta ya éramos parte de los turistas lujuriosos, partimos para hacerles compañía y bajo la luz de la luna acostados en la playa sentía como ese Desconocido me hacia olvidar mas de 4 años de noviazgo con Frodo y no solo me hacía olvidarlo, también disfrutaba todo lo que me hacía.

Nunca me di cuenta cuando me desabrochó la blusa y empezó a tocar mis senos ni mucho menos cuando metía su mano debajo de mis piernas buscando mi sexo que se ponía cada vez más húmedo.

Le dije que no me gustaría hacerlo en esa ocasión en la arena, un poco disgustado, nos arreglamos un poco la ropa, me tomo de la mano y nos encaminamos rumbo a Puerto Juárez y después llegamos a al “Mirador”, un hotel cerca de allí.

El pago y nos condujeron hacia nuestro cuarto, antes de que cerrara la puerta sus manos ya me estaban acariciando todo mi cuerpo, dimos un paso adentro y con el impulso que me levantaba y me arrinconaba se termino de cerrar la puerta; nos abrazamos y besábamos con locura, el me desabrochaba la blusa y besaba mis senos que se habían puesto muy duros, me levantó la falda y se sentó en la cama, su cara quedó a la altura de mi sexo y delicadamente lo besaba por encima de mi ropa interior, con toda maestría me despojó de mi bikini y me acostó en la cama, mi corazón latía sin cesar; un extraño estaba entre mis piernas y tocaba mi sexo como ningún otro hombre lo había hecho.

Realmente lo disfrutaba así que decidí poner mas de mi parte, ahora me tocó a mi, me acosté por encima de él y le desabotonaba la camisa, pasaba mis uñas por su piel haciendo suaves ondas, mientras sentía como su miembro luchaba por escapar con su pantalón hasta casi romperlo, me fui acercando a su pantalón y desajusté su cinturón poco a poco mientras apretaba su bulto, le daba pequeños besos entre su vientre. La oscuridad era mi cómplice aquella noche.

Una vez quitado el pantalón le bajé su boxer un poco permitiéndome su virilidad quise que me poseyera en ese instante, el sintió mis deseos y me puso debajo de él, abrió mis piernas y me entregué por completo, sentía como me entraba y cada vez que lo hacia quería mas, el hacia que el sexo fuera cosa de otro mundo, sus manos y sus besos actuaban como si supieran donde y cuando quería que fuera tocada, llevábamos un ritmo placentero que por unas veces era rápido y luego leve, esos cambios de ritmo hacían la penetración mas profunda y yo gemía de placer, tan solo sentía cada gota de sudor que le caía de su frente sobre mi y abría los ojos el poco tiempo que el placer me permitía para ver su cara de felicidad.

Cambiamos de posición y esta vez fui arriba de él, yo imponía el ritmo de acuerdo a mi goce, sentía ríos de placer que emanaba mi sexo y él tocándome las piernas y apretando mis glúteos.

No recuerdo cuantos orgasmos tuve sentada sobre su miembro, pero mucha electricidad había en ese encuentro, se concentra para darme placer, él solo existe para eso, creo que dios lo puso en mi camino para que me satisfaga como nadie lo ha hecho.

Me indicó con un gesto que estaba a punto de terminar así que intensifiqué mis movimientos para que también tuviera un orgasmo junto con él, cuando se estaba corriendo gritamos juntos y me sentí muy unida a él sentía como un espasmo salía de su miembro y entraba en mi y llegaba a mi cabeza, sentía como un rayo me partía en dos, y la mitad de mi se quedaba con él.

Después, relajados, en ese estado que solamente después de hacer el amor puedes alcanzar, nos abrazamos y me daba pequeños besos, jugaba con mi vello púbico y los jalaba, me daba risa, nadie hacia eso conmigo, creo que su locura fue lo que mas me ha atraído de él.

Como a las 5 de la mañana nos quedamos dormidos hasta medio día, después de despertar, otra vez tuvimos sexo, este fue de despedida, ya que no sabia cuando iba a regresar o al menos si no regresaba pudiera guardar el momento en mis pensamientos, su aroma, su piel y su sexo.

Me abrazó dulcemente y me dijo que tenía listo el baño, me llevo cargada y me deposito en el agua, nos quedamos bastante tiempo abrazados dentro del agua, y besándonos, como si el tiempo no importara, realmente me estaba enamorando, y me sentía contenta.

Salimos del hotel con rumbo a su casa allí almorzamos con toda su familia, que ahora también son mi familia.

Las horas pasaban y yo tenía que tomar mi vuelo, nadie quería que me fuera y yo menos, nos apartamos para hablar pero no me dijo nada, ahora comprendo su silencio, no hacían falta las palabras su mirada me dijo todo, el estaba dispuesto a estar conmigo y yo todavía tengo una relación, le pedí tiempo y me dio todo el necesario.

Me acompañó al aeropuerto y regresé como si nada, Frodo pensando que solo fue trabajo pero ahora creo que también el siente que algo cambia, debo de decirle la verdad…

Hace unas horas que Me despedí de él para agarrar el avión. Este ha sido otro fin de semana de sexo y amor, probablemente dentro de poco ya no tenga que escaparme, estoy de regreso a un lugar en el cual ya no quiero estar, pensando como decirle a mi novio que no lo amo y planeando como volver a reunirme con la persona que amo.

FIN.

Espero sus comentarios, saludos :D